Le intrigaba a la congregación el que su rabino desapareciera todas las semanas la víspera del sábado. Sospechando que se encontraba en secreto con el Todopoderoso, encargaron a uno de sus miembros que le siguiera.
Y el «espía» comprobó que el rabino se disfrazaba de campesino y atendía a una mujer pagana paralítica, limpiando su cabaña y preparando para ella la comida del sábado.
Cuando el «espía» regresó, la congregación le preguntó: «¿Adónde ha ido el rabino?¿Le has visto ascender al cielo?»
«No», respondió el otro, «ha subido aún más arriba»
De Mello, Anthony. La oración de la rana. Editorial Sal Terrae.
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